La Organización Mundial de la Salud ha decidido elevar la alerta mundial a nivel 5 (en una escala de 6) lo cual significa que el virus se transmite de persona a persona en al menos dos países de una región de la OMS e implica que la pandemia es inminente.
El virus de la influenza porcina tarda en incubarse entre dos y seis días y los síntomas severos, que culminan en una pulmonía, se producen seis días después, y es en esa fase cuando se entra en un periodo peligroso.
Fase 4: El poder del virus para transmitirse entre personas se verifica y es capaz de provocar ‘brotes comunitarios’. Esta situación aumenta significativamente el riesgo de pandemia. Cualquier país que sospeche o que verifique algún caso debe ponerse inmediatamente en contacto con la OMS para que evalúe la situación y coordine la respuesta. Esta fase indica un importante salto en el riesgo de pandemia, pero no quiere decir que ésta se produzca inevitablemente.
Fase 5: Se caracteriza por la propagación del virus de humano a humano en, al menos, dos países de una misma región. «Aunque muchos lugares no se ven afectados, la declaración de esta fase es un signo claro de que la pandemia es inminente y que el tiempo para poner en marcha todas las medidas necesarias se acaba», según la Organización.