Cientos de fieles católicos se dieron cita recientemente en el templo de Santa Mónica para celebrar al Señor de las Maravillas, ya que como cada año el primero de julio es su fiesta.
Ese día tuve la oportunidad de estar en el templo y una vez más me asombra el gran amor, respeto y devoción que le tiene la gente a Padre Jesús de las Maravillas.
Eran alrededor de las 18:30 horas cuando andaba por allá y me tocó ver a cientos de personas formadas para esperar a entrar y elevar una oración por sus seres queridos.
A eso de las 19:00 horas llego el mariachi quien entono las tradicionales mañanitas así como otras melodías que junto a mucha gente entonaron con gran amor y devoción.
Y por supuesto desde lo más profundo de mi corazón le pedí que nos mantuviera a todos con salud, que es lo primordial en esta vida, así como mucha gente le pidió «Le debo mucho a él. Me ha dado mucha fuerza y fe para seguir adelante», como menciono una gran devota.