Aunque no es la única ciudad maya construida con ladrillos de barro cocido, Comalcalco es la única población maya con estos materiales que ha sido restaurada y es accesible para el público. A falta de piedra, los pobladores de la época prehispánica usaron la tierra como material de construcción para los basamentos piramidales, y la madera y las hojas de palma en la construcción de paredes y techumbres desde el inicio de la ocupación humana, hacia 800 años a.C. y hasta el siglo VII d.C. A partir de entonces, los mayas de Comalcalco iniciaron la construcción con ladrillos de barro cocido unidos con argamasa de cal y arena. La cal fue elaborada a partir de la cocción de grandes cantidades de conchas de ostión, provenientes de la Laguna de Mecoacán y otros lugares cercanos. Solo entonces, fue posible construir los templos con bóvedas y cresterías que caracterizan la arquitectura maya.
COMO LLEGAR
El camino más corto lo constituye la autopista Reforma-Dos Bocas, a la que se puede ingresar desde Villahermosa, recorriendo 15 kilómetros de la carretera Villahermosa-Cárdenas donde se localiza un paso de desnivel y la desviación a la derecha lo conduce primero a la ciudad de Cunduacán y más adelante a la ciudad de Comalcalco. En el kilómetro 36+300 la autopista se interrumpe con un nuevo paso de desnivel y frente a éste se encuentra la carretera de acceso a la zona arqueológica.
Desde la ciudad de Villahermosa, también se puede llegar a la zona arqueológica de Comalcalco por la carretera 180 hasta la ciudad de Cárdenas, de allí, seguir por la carretera 187 hacia el norte, hasta la ciudad de Comalcalco y continuar por espacio de 2 kilómetros, donde se localiza una desviación a la derecha que es el acceso a la zona arqueológica.
También puede llegarse a través de la carretera estatal que va de Villahermosa a Nacajuca, Jalpa de Méndez y Comalcalco que tiene una distancia de 60 kilómetros hasta la zona arqueológica.
ORIGENES
Comalcalco se desarrolló a partir del año 800 a.C. hasta el siglo XII de nuestra era. Como muchas otras, parte de su historia fue contemporánea de las antiguas ciudades de Palenque y Yaxchilán, entre otras. Su nombre actual proviene de la lengua náhuatl y significa “En la casa de comales” ó “En la casa de ladrillos”, pues la palabra comal se utilizó en este caso para referirse a los ladrillos. Sin embargo, su nombre original, según fue inscrito en los textos jeroglíficos localizados en el lugar, parece haber sido Hoi Chan, con el significado de Cielo Anudado.