La Quebrada, junto con las Playas de Caleta y Caletilla es uno de los lugares más emblemáticos del tradicional puerto de Acapulco. La Quebrada es un acantilado de 45 metros de altura, donde desde el año de 1934 se efectúan los famosos clavados, cuya peligrosidad radica en que los clavadistas deben calcular el momento en que llega la ola, para que de esta manera el nivel del mar sea más alto y por ende hacer el salto más seguro, ya que de no ser así se golpearían con las rocas que están en el fondo.
Es muy tradicional que los clavadistas le dediquen diversas oraciones a un pequeño altar de la Virgen de Guadalupe, además de que algunos de ellos han llegado a saltar con banderas de México, antorchas, etcétera.
Un dato curioso es que La Quebrada no es un escenario natural, ya que se formó cuando en el año de 1934 se dinamito parte del cerro y así se formó un paso que sirve para llegar a los acantilados.
Todos los días en diversos horarios se puede apreciar este bello espectáculo, ya sea desde un pequeño mirador, o desde los múltiples lugares desde donde se puede apreciar. El acceso al mirador tiene costo. Los horarios son: 13:00, 19:30, 20:30, 21:30, y 22.30 horas.
La Quebrada además del mirador cuenta con hoteles, restaurantes, ventas de artesanías, etcétera. La Quebrada se encuentra ubicada a tan solo unas calles del zócalo (centro) de la ciudad y se puede llegar a pie o en automóvil muy fácilmente.
Este fin de semana escápate y enamórate de Acapulco.