Una antigüedad, de acuerdo a la Wikipedia, es un objeto que ha alcanzado una edad que le hace testigo del pasado. Un objeto debe tener al menos 100 años de haber sido creado para ser considerado una antigüedad digna de formar parte de la colección de un gran buscador de tesoros.
En lo personal siempre me han encantado las antigüedades, pasión que comenzó cuando era muy chico ya que solía coleccionar muchas cosas, que con el paso del tiempo fueron tomando cierto valor sentimental y que hoy en día han pasado a formar parte de las antigüedades que tengo en casa. Entre los objetos más antiguos que poseo se encuentran unos pétalos de rosa que data de los años 20´s, así como un muñeco para pasteles que recién el mes pasado cumplió 65 años.
Las antigüedades se pueden conseguir en diversos lugares, como en la ciudad donde radico, Puebla, en un lugar conocido como “El callejón de los Sapos”, típico lugar donde todos los domingos por la mañana suelen ponerse muchos puestos donde se pueden encontrar desde joyas, talavera, hasta discos de acetato sumamente raros, entre otras cosas.
Sin embargo, el mundo de la Internet ha hecho que haya diversos sitios donde se pueden comprar antigüedades, pero sobre todo valorar y comparar cada una de ellas, donde algunos objetos pueden, literalmente, alcanzar grandes sumas de dinero.
Hay un dicho que cita “nadie sabe lo que tiene en casa” y en este caso se aplica muy bien, ya que se ha sabido de objetos increíbles que han llegado a las casas de subastas o sitios de antigüedades donde el cliente no tenía ni la menor idea de que valor y significado tenía el objeto y todo lo que en su momento represento para alguien. Sin duda todos tenemos una historia que contar… y cada objeto también.