A la llegada de los españoles, Tlaxcala se dividía en señoríos, sobresaliendo cuatro: Tepeticpac, Quiahuiztlán, Ocotelulco y Tizatlán.
Ocotelulco se localiza a sólo dos kilómetros de la ciudad de Tlaxcala. Debido al constante asedio mexica los antiguos pobladores de este sitio eligieron un cerro para asentarse y desde allí dominaban el entorno. Fue famoso además por su enorme tianguis. A finales de 1990 en este lugar se realizó uno de los hallazgos más importantes del siglo XX: el altar policromo en el que se distingue un gran mascarón donde reposa Xipe-Tótec, el Desollado, de cuya boca emerge Tezcatlipoca con nariguera de turquesa y una banda ocre bajo sus ojos.
La Zona Arqueológica de Ocotelulco se encuentra abierta de martes a domingo de 9:00 a 17:00 horas.
Tlaxcala Turismo con… sentido.