Año con año aproximadamente 300 millones de personas viajan por el mundo siendo la razón de su desplazamiento una motivación espiritual y de fe, lo que representa una derrama económica estimada en 18,000 millones de dólares.
Profesantes de todas las religiones han convertido a las peregrinaciones en un manifestación de esperanza en los diferentes santuarios que existen en diversas regiones del mundo.
Muchas otras personas han encontrado también en la contemplación de la magnificencia de la arquitectura religiosa y del arte sacro importantes motivaciones para llevar a cabo viajes inolvidables.
La Ciudad de México también cuenta con importantes santuarios de fe y un extraordinario patrimonio cultural que seguramente cautivarán a nuestros visitantes.
La Secretaría de Turismo de la Ciudad de México ha organizado una serie de opciones que seguramente serán de su interés para que conozca, aprecie y disfrute los caminos de la fe y de la cultura de esta gran metrópoli.
Majestuosas iglesias y ex conventos de los siglos XVI y XVII, edificios históricos o sitios de culto trascendentales en el desarrollo de la identidad cultural del país pueden encontrarse, visitarse y vivirse en todo el territorio de la gran ciudad capital.
Sitios como la Basílica de Guadalupe o la Catedral Metropolitana son también espacios en los que la devoción y la esperanza inundan el alma y el corazón de quienes ahí acuden en busca de paz espiritual, la redención y la respuesta a tantas y tantas situaciones a las que en muchas ocasiones los recursos de la vida terrenal no son capaces de atender.
La devoción y la fe también han llevado a destacados arquitectos y artistas a plasmar su talento y creatividad en la construcción de majestuosas construcciones religiosas que son verdaderas obras de arte, o bien en obras escultóricas y pictóricas que convierten a los templos y santuarios en auténticos museos de arte sacro.
De igual manera, las tradiciones religiosas son toda una atracción, tanto por su solemnidad, como por las expresiones de respeto que los fieles expresan, muchas de ellas envueltas también en un júbilo especial, mágico.
La Ciudad de México se prepara entonces para mostrar a nuestros visitantes nacionales e internacionales una maravillosa muestra de nuestra cultura expresada en la fe de los mexicanos. Los invitamos a vivir la experiencia singular de practicar el turismo que recrea el espíritu y las emociones.