Ya sea de nuestra infancia, o más recientemente, existen cientos de juegos que todos conocemos y recordamos, aunque no podemos mencionarlos a todos. Por suerte, los grandes momentos de diversión que proporcionan, no pasan de moda, y podemos disfrutarlos a cualquier hora. Además, reúnen familiares, amigos y conocidos de todas las edades, a la vez que ayudan a trabajar la memoria y la atención.
La lotería
Aunque el origen de la lotería mexicana es europeo, llegó a nuestro país en el siglo XVIII y, desde entonces, se ha convertido uno de los juegos más emblemáticos de México. Los personajes y símbolos han sido adaptados a la cultura latina. Cada jugador cuenta con un cartón, compuesto por varias figuras. Una persona saca una carta (el paraguas, la botella…), y los jugadores colocan una ficha o frijolito en su cartón, si la carta coincide con una de las figuras. Gana la lotería aquel que rellene de fichas todo su cartón.
El trompo
Otro de los juegos emblema de México, y del mundo. El trompo tradicional es un cono puntiagudo de madera, fabricado de forma artesanal y que viene acompañado de una cuerda, aunque actualmente existen numerosos modelos diferentes. Para hacerlo girar, se enrolla la cuerda al cono y se lanza al suelo. A la emoción de jugar con él, se le unía la posibilidad de crear diseños propios y originales, pintando sobre él formas variadas de todos los colores.
El avioncito
Para jugar, solo necesitamos algo para pintar en el suelo. Se dibujan unos cuadrados hasta formar una especie de avión, y se numeran, hasta tener, al menos, diez casillas. Luego, por turnos, se tira una piedrecita a uno de los cuadrados, y se empieza a saltar cada uno de ellos, excepto aquel donde ha caído la piedra. Eso sí, con cuidado, ¡no vale pisar las líneas!
La muñeca María
Este juguete artesanal mexicano es fruto de la conciliación entre el Nuevo Mundo y el Viejo Continente. Las muñecas de trapo se crearon en Michoacán y el Estado de México, debido a que la gente no tenía recursos suficientes para comprar las muñecas de porcelana. Sus vestimentas tan peculiares y coloridas, se deben a que representan a las mujeres mazahuas, que eran las encargadas de elaborarlas.