Préstamos en línea: la mejor opción
Cada vez son más las personas que optan por los préstamos rápidos online en vez de acudir al sistema financiero tradicional. Y es que son muchas las ventajas que brindan los préstamos solicitados a través de Internet: rapidez, fiabilidad, adaptabilidad al cliente y menores intereses.
Los préstamos rápidos han crecido de manera exponencial en estos últimos años porque suponen una de las mejores opciones como ayuda en los momentos más difíciles para solucionar urgencias económicas. Este tipo de préstamo es un procedimiento vía internet mediante el cual una entidad financiera brinda pequeños préstamos por un período de tiempo corto. Los trámites son sencillos, no se exigen requisitos difíciles de cumplir y el trámite se completa en menos de una hora y sin salir de casa.
Es importante saber qué tipo de préstamo se ajusta a las necesidades de cada uno y qué entidad financiera es la más adecuada para realizar el trámite en cuestión, pero es complicado tener que ver todos y cada uno de los prestamistas para comparar y elegir la mejor opción. Por eso existen ayudas como Préstamos Rojos, que directamente agilizan el proceso de búsqueda y recomiendan prestamistas con garantías de fiabilidad y que se ajusten a la medida y características de cada persona.
Como su propio nombre indica, los préstamos rápidos han de devolverse en un período de tiempo relativamente corto, pero si esta opción no se ajusta a las necesidades económicas en un momento dado existen otro tipo de préstamos: los préstamos a plazos.
Este tipo de servicio financiero también es conocido como micro créditos o micro préstamos porque la cantidad de dinero a prestar suele oscilar entre los 500 y los 5.000 euros, aunque varía en función de la entidad financiera. El tiempo en recibir dicha cantidad de dinero suele ser menor de 24 horas y los plazos de devolución pueden ir desde un mes a 24 meses, dividiendo la cantidad en partes iguales. Pero hay que tener en cuenta que cuanto más largo sea el período de tiempo seleccionado para solventar el préstamo, mayores serán los intereses.
Existen diversos motivos para solicitar préstamos a plazos, pero no hay por qué explicarlos a la hora de solicitar una ayuda económica urgente vía online. Eso sí, hay que tener en cuenta una serie de consejos básicos al realizar dicho trámite. Estos consejos proporcionan una mayor seguridad para solventar la deuda del préstamo.
No es recomendable pedir otro préstamo mientras no se ha pagado el que aún se adeuda. Las entidades financieras poseen informes internos llamados historiales crediticios en los cuáles quedan reflejados los trámites de los préstamos o créditos.
No incurrir en impagos, pues los prestamistas suelen ser muy rigurosos con los plazos acordados y muy estrictos con las personas que caen en impagos. Hay que tener una buena organización para cumplir los plazos pactados.
Obtener nuevas fuentes de ingreso. Durante el período de tiempo que dura el préstamo es recomendable buscar otras maneras de ganar dinero, ya sea buscando un trabajo a jornada parcial, haciendo horas extras o buscando un nuevo oficio.
Diferencias entre intereses y dividendos
El interés es la cantidad de dinero que establece la entidad financiera o prestamista en el pago por el dinero prestado o por posponer las obligaciones financieras. El interés se fija acordado por las dos partes interesadas y se paga de manera regular. Por ejemplo, los intereses de una compañía o empresa que solicita un préstamo son un gasto para dicha empresa. En cambio, los dividendos es el desembolso de dinero que se otorga a los accionistas de dicha empresa, éstos no se tienen por qué pagar a tasas fijas porque dependen del beneficio de la compañía. Así que el dividendo no supone un gasto para la empresa.
Las diferencias están claras, pero, exactamente, ¿qué son los dividendos?
El dividendo es el dinero que una empresa reparte entre sus accionistas, la principal vía de remuneración para los accionistas propietarios de una sociedad. El total debe ser aprobado por la Junta General de Accionistas, supeditada al consejo de administración de la empresa.
La cantidad que se reparte se divide entre el número de acciones totales en base a los beneficios que la empresa ha obtenido ejerciendo su actividad en el plazo de, por lo general, un año natural. Por otra parte, no existe una cantidad mínima de acciones para cobrar los dividendos y mientras se haya adquirido acciones, aunque sea un día antes de la repartición de los dividendos, se tiene derecho a cobro en función del número de acciones adquiridas sobre el porcentaje de la totalidad a repartir.
La ventaja de comprar acciones de una sociedad es que con los dividendos se amortiza la inversión inicial. Así se puede beneficiar de ese dinero o invertirlo nuevamente para ganar más dinero.