La salsa es el complemento ideal para las comidas, dado que evita que lo que se vaya a comer se encuentre seco, y ayuda a que se pueda masticar más fácilmente. Por ello, existen muchos lugares donde la salsa es la protagonista especial y se usa para acompañar cualquier tipo de comida, en cualquiera de sus presentaciones.
Preparar una salsa puede ser algo muy sencillo. Solo se deben tener algunos ingredientes y saber las proporciones, y la forma con la que deben ser unidos. Esto permite saber que pueden hacerse salsas de distintos sabores, colores y texturas, haciendo que se pueda jugar con los ingredientes.
En este sentido, a continuación, se hablará de algunas salsas que pueden prepararse fácilmente en casa, y que puede servir para cualquier ocasión, favoreciendo que se puedan tener listas en solo unos minutos.
Salsa de tomate
Una de las salsas madre y la más popular alrededor del mundo, es la salsa de tomate, incluso se ha convertido en una salsa muy popular en países donde no utilizan tanto este producto, puesto que se puede comprar envasada y puede durar mucho tiempo.
En este sentido, también resulta ser una salsa mexicana principal, dado que permite que se acompañen muchas comidas con ella. Lo mejor es elaborarla en casa, y puede ser muy sencilla de hacer con algunos ingredientes y unos minutos de cocción.
Sin embargo, en el caso de no tener demasiado tiempo, se puede decidir utilizar una opción mucho más adecuada, e igualmente sabrosa, puesto que estará elaborada con productos naturales y de la misma forma en la que se cocinaría en casa.
Además, se pueden conseguir otros tipos de salsa ya preparadas y listas para servir, que podrían dejar a los invitados con la boca abierta sin llevar demasiado tiempo, como es la salsa verde, el guacamole, la salsa ranchera, entre otras, todo dependiendo de lo que se quiera comer.
Salsa ranchera
Otro clásico de la cocina mexicana es esta salsa, para la cual solo se necesitan tomates verdes y rojos, una cebolla pequeña, algunos chiles de árbol sin semilla y condimentos al gusto.
Se deben dorar todos los elementos y después molerse para obtener la salsa deseada, pudiendo usarla como acompañante de distintos platos, como los tacos, que son preferidos por muchos.
Guacamole
El guacamole es una salsa tradicional de todo el país y de algunas zonas en Latinoamérica. Su preparación es muy sencilla y no se necesita cocción alguna, por lo que incluso se puede preparar sin demasiados utensilios de cocina.
Los ingredientes son: aguacate, cebolla en cubos, tomates también cortados en cubos, chile serrano y unas gotas de jugo de limón. Todo esto se trabaja muy bien, para que no haya trozos grandes y se tendrá el guacamole listo.
De esta misma salsa existen algunas variantes, tanto dentro del mismo México, como en otras regiones extranjeras. Pero, la realidad es que esta es una receta básica, por lo que ha sido tomada en cuenta para contar con su versión comercial, muy rica y completamente lista para degustar en cualquier momento.
Salsa chipotle
Entre las favoritas se encuentra esta, la cual lleva un poco más de elaboración, pero el sabor lo vale totalmente. Solo se debe poner a asar tomates, cebollas, ajo y chiles en una sartén, con aceite muy caliente.
Una vez el tomate esté suave, se le agrega agua y se deja cocinar por unos minutos (se debe esperar a que el chile esté suave). Todo esto se debe licuar junto con algunos condimentos de preferencia y ya se tendrá listo para servir.
Lo mejor de tener algunas ideas de salsas que se puedan hacer rápido y con pocos ingredientes, es conseguir tener una lista sin demasiados problemas. Esto favorecerá que se salga de apuros, y que se pueda tener un buen acompañamiento para las comidas y los aperitivos, sin problemas.