Afrontar un divorcio no es, ni de lejos, una situación cómoda o sencilla para las personas involucradas. Por esa razón, contar con todos los consejos y trucos posibles para llevar a buen puerto la situación será de bastante utilidad.
Se habla de consejos y trucos antes de divorciarse, pero eso no quiere decir que se trata de actividades o acciones malintencionadas, ya que lo menos que se quiere en un proceso de divorcio es terminar enemistados sin necesidad alguna de producir tal discrepancia. Por el contrario, los trucos y consejos deben ser aplicados para que el proceso sea lo más cómodo para las personas, para los hijos y para los demás involucrados en la desafortunada situación.
Asesorarse muy bien
Así se trate de un divorcio en el que todo se está llevando por el camino de la paz y la conciliación, lo mejor es tener un profesional especializado en el tema de divorcios para asesorarse muy bien al respecto.
Muchos divorcios terminan en malos entendidos posteriores porque se deja de lado la importancia de contar con un profesional del derecho de familia, que será la mejor herramienta legal en la que las personas deben apoyarse para estas situaciones.
Los divorcios también se planifican
Para llegar a pensar en el divorcio, es necesario que antes se hayan producido una gran cantidad de situaciones desafortunadas y lamentables que acaben con el divorcio como única solución. Por eso, durante ese tiempo y después de pensar en el mismo como solución, es prudente planificar.
Planificar un divorcio significa apuntar las razones por las que se toma la decisión, informarse bien de situaciones similares y modos de proceder, pero al mismo tiempo tener claras las opciones, las prioridades, lo que se puede obtener o lo que se puede perder, para no sobredimensionar las expectativas y terminar con un resultado, a juicio propio, devastador, pero tampoco para dejar de ganar oportunidades que con una correcta planificación serían fáciles de prever.
La comunicación es clave
Tanto con los especialistas, que serán la ayuda fundamental para ganar cada situación, sobre todo si se tiene que resolver en los juzgados; así como también con la pareja o expareja, ya que no sirve de absolutamente nada acabar con toda comunicación para afrontar el divorcio, sino que lo mejor será apostar por la negociación, por los acuerdos mutuos y demás acciones de concilio.
Eso servirá no solo para poder divorciarse mediante un servicio exprés o de mutuo acuerdo, que será más económico y rápido, sino también para beneficiar a la relación posterior de cara a los hijos y para con los familiares de ambos, si se hubiera dado el caso de haber forjado una gran relación.
Las prioridades son las que son
La legislación vigente en materia de derecho de familia es bastante explícita en que la prioridad ante un divorcio son los hijos. Por eso, toda decisión durante un divorcio tiene que ver más con los beneficios que los hijos perciban o todos los males que se ahorren de cara a estos. Claro, luego está lo que cada uno perciba de acuerdo a cómo se planteen los casos por parte de los abogados y los cónyuges, así como de acuerdo a la interpretación de las autoridades competentes.
Con base en esas prioridades, cada una de las personas debe tomar sus recaudos, plantear sus casos y demás, más no buscando el beneficio propio o perjudicar al otro como objetivo principal, ya que esto último está bastante relacionado con resultados nefastos al momento de afrontar un divorcio.
Para nadie es un secreto que es difícil, desde lo emocional, lo financiero y lo legal, afrontar un proceso de divorcio. Pero esto puede alivianarse mucho si se siguen recomendaciones especializadas y se apoya en el conocimiento de expertos en el Derecho de Familia. La comunicación, la honestidad y la disposición a la resolución de problemas serán determinantes para que todo el proceso sea rápido y eficaz.