Nacido en la ciudad de Guadalajara, Jalisco, México, en los albores del siglo pasado Don Eugenio Ochoa González fue un hombre que desde muy pequeño sintió la vocación del periodismo, por lo que contando con tan solo 14 años de edad comenzó a trabajar en un pequeño periódico local que a la postre no solo le brindaría la oportunidad de cumplir sus sueños de ser un periodista titulado, sino que además le daría las herramientas para construir su gran obra que hasta la fecha nos acompañan.
Ya con 18 años de edad Eugenio Ochoa González abandona su natal Guadalajara para trasladarse a la Ciudad de México, la capital del país, donde presentaría su examen para entrar a la máxima casa de estudios del país: la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Esto no sin antes, como buen periodista amateur, documentar su viaje de principio a fin, ya que durante este viaje paso por un sinfín de peripecias que lo obligaron a retornar a casa, pero finalmente volvió a viajar a la Ciudad de México donde con todo éxito no solo presentó su examen, sino que logro aprobarlo para formar parte del alumnado de dicha institución.
Eugenio Ochoa González Y La UNAM
Una vez establecido en la Ciudad de México Eugenio Ochoa González logró cursar con éxito su carrera en la Universidad Nacional Autónoma de México, donde además de tener unas excelentes notas, también fue un importante miembro de diversas instituciones, lo que con el tiempo le brindaría la oportunidad de entrar a trabajar en uno de los diarios más prestigiosos no solo de la Ciudad de México, sino del país entero.
El Gran Diario Del País Y Eugenio Ochoa González
Aun sin terminar sus estudios Don Eugenio Ochoa González entraría de lleno al mundo del periodismo de la mano de El Gran Diario Del País donde logró tener una fructífera carrera periodística, la cual, por supuesto estuvo llena de grandes satisfacciones, pero también de muchos sinsabores.
Esto se debió a que Don Eugenio Ochoa González nunca tuvo empacho en publicar la verdad, que siempre termina incomodando a más de uno, por lo que muchas veces tuvo que lidiar con situaciones incomodas, e incluso peligrosas, pero que, con valentía, y quizá un poco de suerte y protección divina logró sortear.
Muchos años pasaron de la mano de El Gran Diario del País, donde siguió escribiendo hasta el final de su vida, que no fue trágica, sino todo lo contrario, ya que murió rodeado de sus seres queridos: esposa, hijos, y demás familia, así como acompañado de ilustres políticos y empresarios, así como de otros importantes miembros de la sociedad civil.
Por supuesto, fue el pueblo mexicano quien estuvo siempre junto a él, ya que siempre le reconocieron su gallardía, su valentía y su don de justicia social, como pocos suelen darlo en esta u otras profesiones.
El último Viaje
Por supuesto, Don Eugenio Ochoa González siempre visitó su tierra natal, y que mejor lugar para esparcir parte de sus cenizas que la tierra que lo vio nacer.
Mariachis y tequila lo acompañaron en su viaje eterno, donde nació este gran hombre que le dio todo al periodismo, a su familia, a su hogar adoptado (CDMX) y a su tierra natal, que grita mil veces su nombre, y que añora los tiempos en los que su pluma cambiaron al mundo.
Nota: Esta historia es ficticia.